Ellos la llamaban insoportable... Insoportable porque no le bailaba el agua a su cuñada, insoportable porque iba de frente, insoportable porque sabía desde un principio que querían recluirla en la habitación con la pequeña Zoe mientras se hechaban un chiflo y luego disimular diciendo que si no se relacionaba. Pero cuando intentaba relacionarse se la contestaba con monosílabos o se la dejaba sola en el resto de la casa.
Pero... ¿Cuándo viene mi hermano?
¿Tienes chuches?
¿Voy a poner una lavadora?....
Eso era todo.
¿Triste no?!!!.
-Muy triste, pero ya lo sufrí. Ahora disfruto de la aún más dura ley de hielo. Disfruto de que cada domingo se reúnan a hacer un caldito a mi salud y luego digan que todo es mi culpa porque no colaboro
, porque soy un cáncer que hay que extirpar ¡ tocate las pelotas!
Se quejen de que no ven a mi preciosa bebé cuando están justo al lado viviendo. Y nos pasamos a saludar y en ese justo momento no pueden... Pero luego es que vamos mucho a casa de mi madre fíjate tú que cosas.
La cuestión es que de algo se tienen que quejar y a alguien decapitar. Y me toco a mi la lotería, el gordo...
¡Disfruten señoras y señores de la matanza de el cerdo!!, aprovechen todo del bicho, no se dejen ni el ocico.
Pues eso que lo disfruten porque va a ser la última matanza, porque una vez roto el frasco ya no volverá a formarse.
Váyanse con Dios.